La Canadiense era el nombre popular de la empresa
Riegos y Fuerzas del Ebro (filial de la Barcelona Traction, Light and Power
Company, Limited). Gran parte del suministro de Barcelona era distribuido por
esta central eléctrica situada en el Poble Sec.
Corría el año 1919 y el movimiento obrero crecía. La
Confederación Nacional del Trabajo (CNT), prohibida durante años contaba con la simpatía
de los trabajadores. Los motivos de aquella huelga, que paralizó el 70% de la industria
catalana, fueron por mejoras laborales entre ellas por la jornada de 8 horas.
Así pues, el 21 de febrero de 1919 las tres chimeneas
de la Canadiense dejaron de humear, cortando gran parte del suministro eléctrico de Barcelona. Días más tarde se unieron
los trabajadores del agua y del gas lo que desembocó en una huelga general.
El gobierno reaccionó confiscando la empresa y
enviando tropas para restablecer el servicio. Mientras intentaban negociar con
la CNT se continuaba reprimiendo la protesta. Hay despidos, detenidos y
muertos.
Después de mes y medio se pone punto y final a la
huelga y se decreta la jornada laboral de 8 horas, pionera en Europa. Pero el
enfrentamiento entre la patronal, el sindicato y el gobierno no ha hecho nada
más que empezar.
En los años siguientes se creará la Ley de Fugas, se
fundará el Sindicat Lliure (tutelado por la patronal) y el movimiento sindical
se recrudecerá.
De aquella época solo quedan les tres xemeneies que fueron construidas entre los años 1896 y
1904. Tienen 72 metros de altura y 4 de diámetro y están rodeadas con anillos de acero
inoxidable para evitar su derrumbe. Quedaron fuera de servicio en 1965 y fueron
restauradas en el 2004 formando parte del patrimonio industrial de la ciudad.