Hoy dejarme que os hable de un lugar donde el tiempo se sigue sentando a la sombra de un castaño... donde los árboles de fronda le hacen túneles a los ríos… donde el hombre quiso disolver con agua una montaña.
Las Médulas, el mayor aurífero del Impero Romano.
Es uno de los iconos de la Comarca del Bierzo, y lo primero que os recomiendo es llevar un buen calzado para poder disfrutar de una ruta con picachos de color rojizo en contraste con los bosques de castaños y robles que lo rodean.
El mirador de Orellana es uno de los puntos más altos para la observación del entorno del parque arqueológico
Pero mi recomendación es bajar al pueblo de las Médulas, allí en el CENTRO DE RECEPCIÓN DE VISITANTES os indicarán las diversas rutas que podéis hacer.
Adentrándose por caminos flanqueados de árboles centenarios llegaremos a las cuevas LA ENCANTADA y LA CUEVONA ubicadas bajo el frente de la explotación donde podremos observar la erosión de la red de minado de una Ruina Montium.
Para conseguir el agua, los romanos construyeron una red con canales de hasta 100 kilómetros para traer el agua desde la sierra del Teleno y los montes Aquilanos, y a través de varias galerías que hacían en el interior de la montaña proyectaban el agua de forma violenta produciendo el derrumbe de una gran extensión de terreno de un solo golpe.
Este yacimiento fue explotado desde finales del S I a.C. hasta finales del siglo II. Para la obtención del oro, se utilizaron unos dos millones de metros cúbicos de agua al año, así durante unos doscientos años que duró la explotación para extraer de 5 a 7 toneladas de oro.
Así que ya lo sabéis, para que no os cuenten más historias de romanos, y a tan solo 25 kilómetros de Ponferrada os encontraréis las minas de oro más grandes a cielo abierto de la época romana y declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad (1997)
Más información en Fundación Las Médulas
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