Un globo, dos globos, tres globos....

En la primera semana de Julio se celebró en Igualada el XVI European Balloon Festival, y para allá que nos fuimos. La verdad es que fue una tarde calurosa pero mereció la pena ver una de  las concentraciones de globos aerostáticos más importantes en España

La gente se podía acercar sin ningún tipo de problema a las barquillas y a los quemadores, eso sí antes de que se pusieran en marcha, no fuera a ser que a más de uno se le quemaran las pestañas.

Los globos aerostáticos funcionan gracias a la diferencia de densidad del aire presente en el globo, con respecto al aire exterior. El aire más caliente tiende a elevarse. Esto se debe a que, según el Principio de Arquímedes, el aire caliente, al ser menos denso, pesará menos que el aire exterior y por lo tanto recibirá una fuerza de empuje hacia arriba, lo que lo hará ascender. 

Después de esta clase metafísica de cómo demonios se eleva un globo, y como me decía un profesor, la teoría es muy bonita… pero la hay que poner en práctica. Así pues he de decir que la parte de inflar el globo es “relativamente“sencilla, se pone un ventilador y se infla el globo hasta que se tiene que pasar a los quemadores. He aquí donde comienza el dichoso principio de Arquímedes y es que levantar el globo e intentarlo mantener en posición vertical antes de la ascensión se convierte en un trabajo de chinos.

 

Una vez todos montaditos en la barquilla y en posición vertical… gaaaasss !!! y arriba el globo, que espera el cielo de la comarca de la Anoia.

 

Mucha gente haciendo fotos, la verdad, pero el espectáculo de los globos aerostáticos bien merece un recuerdo, algunos buscaban algunos globos en concreto, colores, marcas, etc, y seguramente más de uno buscó como yo la foto del globo con la puesta de sol.

Y una vez todos los globos en el aire y a una distancia que ya solo parecían puntos en el cielo, y dispuesto a guardar mi cámara de fotos y más pensando en la vuelta a Barcelona y en la cena que me esperaba, mi sorpresa fue cuando vi a ese niño que quería volar como un globo.

Fueros tres veces en las que el padre aupó a su hijo, pude hacer dos fotos, pero por un momento, creo que yo disfruté igual o más que ese niño.