Pues sí, un
año más me pasé por la Diada Castellera
de Sants y es que no hay nada mejor
que ir de relax y de dominguero por la plaza Bonet i Muixí.
La verdad es
que ver la preparación previa, o cómo la canalla
sube, observar cómo tiembla la construcción, las caras de esfuerzo o cuando
se corona un 3 de 8 y ves al cap de Colla
pegar unos gritos que ni Guardiola en la
banda del Nou Camp, para que no caiga el castell,
mientras suenan las gralles, se crea esa tensión…
que cuando se ha descargado la plaza explota en aplausos y es cuando a uno se
le pone gallina de piel, que diría Cruyff.
El año
pasado, justo al acabar la actuación, nos sorprendió a todos cuando asistimos
en directo a eso que hemos visto en más de una ocasión en el cine. Hincando rodilla
en tierra y ante la incrédula mirada de ella, el borinot le dijo: et vols casar amb mi.
Y la
cosa acabó con aplausos emotivos del personal y beso apasionado de los novios.
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